La filosofía de la acción

“QUE NUNCA TE FALTE UN SUEÑO POR EL QUE LUCHAR,

UN PROYECTO QUE REALIZAR,

ALGO QUE APRENDER,

UN LUGAR A DONDE IR

Y ALGUIEN A QUIEN QUERER”

Algunos datos epidemiológicos

Durante los últimos cincuenta años, el ser humano ha experimentado cambios drásticos en su entorno, su comportamiento y su estilo de vida. Estos cambios han derivado en un alarmante incremento global de la incidencia de diabetes y obesidad. Al facilitar el trabajo manual por la mecanización, el aumento de consumo de «calorías vacías», la globalización de la tecnología y las mejoras del transporte son algunos de los factores que han contribuido a la aparición de esta pandemia. Uno de los últimos estudios de prevalencia de sobrepeso, llevado a cabo por la OMS junto con la International Obesity Task Force, encontró una prevalencia mundial ajustada por diferencias étnicas de 1.900 millones de personas con sobrepeso, de las que 600 millones son obesos. Finalmente, la epidemia de diabetes mellitus de tipo 2 (DM2) se está extendiendo, principalmente, en los países desarrollados y en vías de desarrollo. Las estimaciones son poco esperanzadoras y han pillado a los responsables de salud pública por sorpresa: se espera que el número global de personas con diabetes aumente de los 220 millones actuales a 300 millones en 2025.

En relación con la obesidad y el estilo de vida sedentario. Esta tendencia al aumento de prevalencia de la DM2 y la obesidad supone en la actualidad un auténtico reto para los sistemas de salud pública de prácticamente todo el mundo y continuará siéndolo en el futuro.

Datos y cifras según las estimaciones mundiales recientes realizadas por la OMS

• Desde 1980, la obesidad se ha más que doblado en todo el mundo.

• En 2014, más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 600 millones eran obesos.

• En 2014, el 39% de las personas adultas de 18 o más años tenían sobrepeso, y el 13% eran obesas.

• La mayoría de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad se cobran más vidas de personas que la insuficiencia ponderal.

• En 2013, más de 42 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso.

• La obesidad puede prevenirse.

Estilo de vida

Es el componente esencial del tratamiento de la obesidad y de las patologías que de ella se derivan. El primer paso del tratamiento es adecuarlo. Para ello, los tres componentes fundamentales son la alimentación, el ejercicio físico y los hábitos saludables.

El primer paso esencial es la pérdida de peso. Este aparentemente simple método (que en realidad es el más difícil de conseguir y, por ello, el menos conseguido). Además del aspecto cuantitativo de reducir la ingesta calórica.

Otro tanto puede decirse del ejercicio físico y sus múltiples efectos favorables en el síndrome metabólico (SM), la obesidad y la DM2. Además de ayudar a bajar de peso y mantener los niveles adecuados, reduce todos los componentes del SM y también la incidencia de enfermedad cardiovascular (ECV).

El alarmante aumento de la obesidad en países industrializados pone en manos de dietistas-nutricionistas el bienestar y la salud de los individuos afectados y de quienes buscan un estilo de vida saludable.

Actualmente, 870 millones de personas sufren de hambre crónica, más que en el año 1996, cuando en la Cumbre Mundial de la Alimentación en Roma se pretendía con un ambicioso proyecto que antes del 2015 el número de hambrientos debía bajar a la mitad. Que esto no se haya logrado es un problema común a todos, como dijo el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon.

En un mundo de problemas comunes, ninguna nación puede tener éxito por sí sola, pero si colaboramos en torno a una causa común podremos crear juntos un futuro más seguro y próspero para todos. La solidaridad debe ser el fundamento de las soluciones mundiales. 

Ban Ki-moon

Los Dietistas-Nutricionistas debemos apoyarnos en la filosofía de la acción. Con nuestra forma de pensar y actuar, hemos de ser capaces de trasmitir nuestro compromiso para erradicar las desigualdades en materia de nutrición y activar las conciencias, a la vez que, involucrar a las personas necesitadas, en su propio cambio.

Nuestra forma de entender el desarrollo ha de dar lugar a un modelo ejemplar en el marco de la solidaridad y la cooperación. Nuestro reto es el de demostrar y demostrarnos que ser personas solidarias forma parte necesariamente de la evolución, que es trabajar por el bien común. La solidaridad no sólo se basa en el trabajo continuo con las comunidades desfavorecidas, si no que el primer objetivo es en gran parte el de la sensibilización de la sociedad, del colectivo universitario y especialmente del dietista-nutricionista, para que este cambio sea significativo.

Desde nuestra profesión debemos garantizar el desarrollo sostenible con la participación de las propias comunidades, ya que nuestra formación tiene como prioridad la prevención de la salud humana a través de la alimentación.

Los profesionales de la Nutrición debemos formar un pequeño gran ejército de voluntarios y profesionales, cuya bandera sea la alimentación y nuestros colores: suficiente, variada de alimentos saludables y equilibrada, nuestras armas los conocimientos adquiridos y la férrea convicción del derecho a la alimentación, de niños, mujeres y hombres, comenzando por los más pobres y desfavorecidos.

Enlaces de interés:

http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0370-41062005000300016

http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0465-546X2008000400008

http://www.un.org/es/events/humansolidarityday/2015/sgmessage.shtml

Este artículo está escrito por Maria Olcina, estudiante de 4º curso de Grado de Nutrición Humana y Dietética en la UV. Ella es la cara visible del nuevo proyecto «ADINU SOLIDARIA«. Iniciativa que apoyamos  y que como le hemos comentado a ella «estamos para lo que necesitéis».

Gracias María por tu tiempo y dedicación.